MEMORIA

AQUELLA PASCUA DEL 87

por: luis sellán

ALFONSÍN CON LOS "AMOTINADOS" CON SUS CARAS PINTADAS POR CAMPO DE MAYO

El 15 de abril de 1987 el ex mayor Ernesto “nabo” Barreiro tenía que presentarse a la Cámara Federal para declarar por hechos  acaecidos durante la dictadura y donde él había sido  protagonista. Ya el ambiente político-militar venia convulsionado, los militares no querían saber nada más de juicios; pretendían lo que ellos llamaban una "solución política". Alfonsín en un hecho inédito había tenido la valentía de juzgar a los principales responsables del terrorismo de estado, empezando por las juntas militares, condenadas en 1985.  A  fines de 1986, en un intento equivocado por apaciguar a las fieras, el presidente Alfonsín había hecho sancionar en el congreso la ley de punto final, con el objetivo de ponerle una fecha tope a la presentación de causas y terminar con los juicios. El efecto fue contrario al buscado y durante el verano  los militares no pararon de desfilar por los tribunales, hasta que el “nabo” Barreiro se plantó, siendo este  el comienzo de la primera asonada militar de las tres que tuvo la joven democracia.

ALDO RICO AL MANDO DE LA REBELIÓN

El jueves santo, a las 7 de la mañana un capitán con ropa de fajina se presentó ante los periodistas en Córdoba para decir que un grupo de militares "controla el III Cuerpo" y comunicó, además, que esos oficiales desconocían "al jefe de Estado Mayor"(Gral. Ríos Hereñú). 

En el regimiento 14, oficiales y suboficiales hacían guardia con la cara pintada de betún. 

Disuelto el I Cuerpo, el III era de hecho el más importante de los cuatro que seguían en funcionamiento. Alfonsín convocó de inmediato a una reunión de gabinete no bien bajó del helicóptero y convocó a la Asamblea Legislativa.

En el Congreso, Alfonsín dijo que la democracia no se negociaba, confiado en que la rebelión se sofocaría rápido.

Mientras una multitud estimada en 50 mil personas se congregaba frente a la Plaza de los Dos Congreso, el teniente coronel Aldo Rico, jefe del regimiento de San Javier, Misiones, envió un radiograma de adhesión a Córdoba y puso marcha hacia Campo de Mayo. 

De este modo el pueblo argentino empezó a ver por primera vez a este jactancioso coronel, que luego en los noventa de la mano de un partido llamado MODIN (Movimiento por la dignidad y la independencia); que unía al Movimiento Dignidad-así llamaron los carapintadas a su movimiento- con el partido de la independencia un casi desconocido partido de derecha con raigambre fascista; llegó a ser diputado nacional y solía estar en la mesa de Neustand, Grondona, Hadad y Cherasny entre otros. El coronel de gestos ampulosos y frases tajantes supo ganarse la simpatía de una importante parte de población argentina siempre tan adepta a comprar discursos de orden y seguridad.

 Rico luego, de la mano del peronismo fue intendente de San Miguel y hoy tiene una relación cordial con el gobierno nacional y popular de los Kirchner.

Volviendo a la semana santa del 87, el gobierno que tenía el apoyo de todo el espectro político, la comunidad internacional y lo más importante la gente como nunca en la historia movilizada en las calles apoyando al gobierno popular en contra de los tanques.

ALAÍS EN ZÁRATE VIENDO COMO LLEGAR A CAMPO DE MAYO

LAS TROPAS "LEALES" EN EL PUENTE

Pero nunca pudo tener el apoyo de las tropas “leales”, como las del recordado General Alais, muy sonadas en nuestra ciudad, que no solo lo dejó pasar a Rico por Corrientes sino que apostado en el puente Zarate Brazo Largo a la vera de la rotonda de ingreso a Zárate nunca “pudo” llegar a Campo de Mayo.

De este modo se llegó al domingo 23, donde con todo el pueblo apostado en plaza de mayo- fui uno de ellos con la juventud radical de Zárate- y en todas las plazas del país, la situación se fue haciendo más tensa y expectante, Alfonsín salió al balcón con los principales referentes políticos nacionales y anuncia que irá a Campo de mayo a dialogar con los sublevados.

RICO POLÍTICO PJ

Al rato cuando vuelve, ya los sublevados y golpistas del jueves, pasaron a ser los amotinados, y algunos inclusive héroes de la guerra de Malvinas, fue entonces cuando nuestro querido presidente dice su frases menos feliz  :”La casa esta en orden, felices pascuas”. Y la verdad que no fueron felices las pascuas y la casa no estaba tan orden, a los  pocos días se sancionó la ley de obediencia debida, Alfonsín tuvo que soportar dos asonadas más, la ultima en 1988 liderada, por el principal líder del grupo el tristemente celebre Mohamed Alí Seineldin, todas terminaron de la misma manera con una aparente victoria de la democracia pero sin mucho saber que había pasado, la cuestión es que cada avance significó un retroceso que culminó con el indulto general para todos de Menem, el hombre que no podía ver ni a los pájaros en cautiverio.

Se escribirá mucho sobre la semana santa del 87, algunos defenderán la posición de Alfonsín diciendo que salvó la democracia, quizás algo de eso sea cierto, para mi fue el principio del fin del gobierno radical que terminó devastado por un golpe económico dado por los dueños del poder real, la historia dirá. Mientras Rico ya sin la breve estrella política que lo supo iluminar, hoy a veinticuatro años dice que comparte ideas con los Kirchner y departe elogios con algunos ex setentistas.

VIDEO CON LOS DOS MOMENTOS DE ALFONSÍN EN LA PLAZA AQUEL DOMINGO DE PASCUA