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Mi nombre es Luis Sellán; profesor en historia y periodista vocacional. Este es un espacio pluralista,independiente y con opinión, De politica,cultura y sociedad, un lugar donde sembrar ciudadanía.Mails y comentarios a luis.betoluis.sellan@gmail.com

martes, 21 de octubre de 2014

DESDE EL MIRADOR

 POR LUIS SELLÁN

De las Escuelas Charter al Observatorio del Conocimiento

Aula
Cuando en el año 2007 participé como candidato a Consejero Escolar del entramado político llamado Acuerdo Cívico y Social, que permitió el acceso de Osvaldo Cáffaro a la intendencia municipal, tuvimos-sobre todo aquellos que estamos desde hace años en el tema educativo- el primer encontronazo con el recién electo intendente. Esto sucedió cuando nos enteramos que pensaba ubicar el área educativa dentro de la dirección de producción.
La oposición férrea de quienes ya éramos consejeros electos y otros miembros del acuerdo político, logró retrasar el proyecto.
Luego pasó el tiempo, el intendente dejó el espacio para desembarcar en el kirchnerismo y parece en este momento querer reeditarlo. Para tal motivo ha creado una nueva área llamada, pomposa y presuntuosamente, como Observatorio del Conocimiento y para dirigir el mismo ha designado como encargada a la docente Silvia Fernández Zena, de origen radical con quien el actual intendente supo tener diferencias importantes cuando se discutió el contrato de aguas y cloacas durante la gestión Morano.
En aquella oportunidad, los concejales de Osvaldo Cáffaro, Miguel López y Aníbal Fumaneri fueron el bastión opositor a lo que significaba la privatización del servicio de aguas y cloacas y un negocio con bastante feo olor, mientras que la entonces concejal Fernández Zena-entró de la mano del dirigente radical Pablo Manca-tuvo el criterio totalmente opuesto.
Anécdotas aparte, nuestra oposición a la asociación de educación con producción, se debía a que nos retrotraía a la idea pergeñada durante los noventa y comienzo del dos mil. En aquel entonces la nación le había tirado las escuelas secundarias a las provincias durante el menemato, bajo lo que se llamó ley federal de educación. Esto era el primer paso de un proyecto tendiente a terminar con la escuela pública y favorecer la privatización, un apéndice muy importante para las políticas nefastas del neoliberalismo que realizó el menemismo y luego continuó la fugaz y trágica Alianza.
En este contexto, se empezaba hablar de las escuelas chárter. En el 2001 la provincia de San Luis empezó a aplicar este sistema bajo la orientación técnico pedagógico del licenciado Juan Carlos Tedesco, intelectual de la prestigiosa cantera de FLACSO y primer ministro de educación de Néstor Kirchner.
Para sintetizar que son estas escuelas, cuyo origen se sitúa en el estado norteamericano de Minnesota, el estado garantiza una mínima sustentabilidad y luego la “comunidad educativa” debe buscar los recursos para que la escuela continúe a riesgo de ser cerrada. Es aquí donde entran las empresas o los privados, que invertirían en el emprendimiento educativo acorde obviamente a sus necesidades, plazos y objetivos económicos. Esto es dejar la educación en manos del mercado, y a la ley de la oferta y la demanda lo que traería aparejado la existencia de una escuela para ricos y otra para pobres, abriendo aún más ostensiblemente la brecha social.
Por eso nuestra alarma cuando se habla asociar educación con producción, o mejor dicho mercado. Esto en principio se da a conocer en forma atractiva, sobre todo para los padres que ven la posibilidad de un futuro laboral auspicioso para sus hijos, que en cierta forma es comprensible pero esconde una enorme falsedad. Una educación que se asocia a la oferta y la demanda termina siendo productora de materias primas, que en este caso serían nuestros pibes.
Algo así como proveer al mercado 10 mil o 20 mil manos de obra “toyotera” producidos en serie, que una vez que la empresa no los necesita más los descarta como scrap (se denomina así al desecho industrial).
La educación es otra cosa, es formar individuos pensantes y personas libres, y también es una construcción colectiva, es decir personas que pertenecen a una sociedad, a una comunidad. La escuela debe servir para construir personas capaces de integrarse al mundo del trabajo, es verdad, pero, como diría Paulo Freire ésta debe formar individuos capaces de transformar el mundo, la educación debe ser creadora, el proceso cognoscitivo debe ser una construcción permanente, y esa capacidad solo la da la escuela pública, con sus virtudes y debilidades, pero nada puede superar lo qué promociona una escuela pública, democrática e integradora.
La idea pergeñada por el ejecutivo municipal del observatorio del conocimiento, parece estar en la misma sintonía de educación asociada al mercado del trabajo – así se desprende de las explicaciones dadas por los funcionarios municipales, quienes señalaron que en la sede aún en construcción del observatorio, empresas locales tendrían su lugar de acción y desarrollo-. Hasta ahora la primera y casi única acción tomada fue la de designar la funcionaria a cargo, todavía los zarateños no sabemos bien de que se trata, eso sí, sabemos que más de dos millones del fondo educativo se habrían perdido en el éter, dicen que se usarán para este observatorio. ¿Para qué?- nos preguntamos sin respuestas por ahora.
FONDO EDUCATIVO
Un estudio reciente, realizado por el partido GEN, ha señalado que en Zárate existen 132 instituciones educativas estatales repartidas en todos los niveles. Si los más de dos millones pertenecientes al fondo educativo se repartieran entre las mismas, les corresponderían 19.904 a cada una de ellas- detalla el precitado estudio-, una aula nueva cuesta aproximadamente 168.750, por lo que se deduce de este trabajo del GEN que con esa plata se podrían haber construido nueve aulas en nuestro distrito, como así se podrían haber derivado a baños o remodelación de patios o salones de arte o juegos.
Por otro lado si se quisiera canalizar en el área productiva- que no está mal obviamente-se podría hacer mediante los proyectos productivos profesionales que se desarrollan en las escuelas técnicas de nuestro distrito.
El ejecutivo municipal ha decidido otro camino, la de crear un ostentoso e impredecible Observatorio del Conocimiento. Mientras que nuestros pibes, esperan y mucho en nuestras alicaídas escuelas públicas.
Los concejales de la oposición por su parte, en “unidad”, han aprovechado este tema para rodearle la manzana al intendente y en verdad no abrigo muchas esperanzas ya que no veo en nuestros honorables ediles mucho conocimiento en temas educativos.
Quizás si la soberbia no primara tanto en nuestra política debería invitarse a la comunidad educativa a pensar, qué hacer con la educación en nuestro distrito

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