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Mi nombre es Luis Sellán; profesor en historia y periodista vocacional. Este es un espacio pluralista,independiente y con opinión, De politica,cultura y sociedad, un lugar donde sembrar ciudadanía.Mails y comentarios a luis.betoluis.sellan@gmail.com

jueves, 8 de noviembre de 2012

DESDE EL MIRADOR: Porque no voy a la marcha del 8N

Por: LUIS SELLÁN (publicada hoy en (ENLACE CRITICO)

Probablemente mi presencia o ausencia le importe a poca gente. Pero es importante,  por lo menos para mí, decir por que mañana estaré en mi casa viendo por TV la marcha de los denominados “indignados argentinos”. Pero viéndola igual,  quizás por morbosidad política.
Días pasados un amigo de la militancia política de los ochenta decía con criterio que el iba ir a la plaza cuando solamente las consignas estén claras, fuera de los odios, de los apasionamientos sectarios y sin consignas de la anti política.
Como ese estúpido slogan que dice: “que se vayan Todos”, que solo sirve para que se queden todos, los mismo o los peores.
No creo que mañana sé resuelva absolutamente nada, salvo hondar las divisiones.
Siendo, estas divisiones, funcionales  para que la morbosidad mediática trate de sacar una ventaja ante un final de época que se le acerca indefectiblemente. Servirá para que cierta oposición carente de ideas, de ingenio e imaginación se prenda al furgón de cola de un tren que no conduce a ninguna parte.
Probablemente mañana haya mucha gente honesta, cansada de la inflación, de la inseguridad, del abuso de poder, de la soberbia  desarmada y lenguaraz del Kirchenrismo.
Pero sin conducción política, sin proyecto, será la protesta por la protesta misma, donde se mezclaran la confusión el desanimo y la incoherencia.
Mañana en Zárate irán a la cabeza victimas de la inseguridad que reclaman genuinamente justicia, a la que se acoplaran lamentablemente algunos personajes de poca monta política y dudosa ética pública.
Mañana en  todo el país habrá representantes en algunos casos de una derecha que nunca camino cuando en la argentina miles de trabajadores quedaban sin empleos, se cerraban fábricas, donde  los viajes  al exterior para comprar barato eran cuenta corriente sin entenderse lo que venía detrás. O tampoco marcharon cuándo se destruía sistemáticamente la educación pública y la salud era privatizada con un perverso sistema de ART, que hoy el gobierno “Nacional y popular” sostiene sin pudor.
Es más, fueron la claque necesaria para que toda esa política se hiciera. Hoy estos sectores marcharán azorados en defensa de las instituciones que nunca defendieron y se prenden perversamente en el justo reclamo de mucha  gente honesta.
No me sumo a una marcha que entre otros encabeza el Diputado Assef- y sus acólitos zarateños-, un antisistema que en la década del 70 corría por derecha a la dictadura desde las páginas de la revista Cabildo, mientras que hoy día asesora sobre inseguridad.
No me sumo a una marcha patrocinada por sectores que revindican la dictadura como el referente de la agencia de los servicios SEPRIN y la impresentable de Cecilia Pando.
Es lamentable que políticos honestos y que en otros tiempos sufrieron los embates de las corporaciones o fueron victimas de la dictadura hoy se asocien por mera especulación política, a una marcha sin contenido alguno  salvo la puteada libre.
Y además no me sumo a una marcha que ha sido el propio gobierno el que se ha encargado con sus voceros pagos a fomentar.
No voy a entrar en la trampa de un gobierno que pretender dividir a la sociedad entre buenos y malos, entre revolucionarios y reaccionarios, un gobierno que construye un relato de su propia historia y esta marcha encabezada y fisgoneada por recalcitrantes le viene como anillo al dedo a su proyecto de discurso único – somos nosotros o el caos-.
Estoy convencido que el cambio vendrá de una autentica construcción colectiva, de las fuerzas que en los noventa y en el dos mil uno pelearon desde la calle, las rutas, las escuelas por una sociedad justa y lucharon en serio contra las políticas neoliberales.
El cambio no puede venir de una derecha recalcitrante ni de  menemistas ahora reciclados por el Kirchenrismo.
Vendrá indefectiblemente de la unión de los que aún estemos vivos construyendo una autentica salida donde república  memoria, justicia, seguridad pública y emancipación no sean palabras que deban estar siempre separadas, y puedan ser dichas por una misma boca, la boca del gran pueblo argentino salud.

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