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Mi nombre es Luis Sellán; profesor en historia y periodista vocacional. Este es un espacio pluralista,independiente y con opinión, De politica,cultura y sociedad, un lugar donde sembrar ciudadanía.Mails y comentarios a luis.betoluis.sellan@gmail.com

viernes, 13 de febrero de 2015

DESDE EL MIRADOR:NO SÉ SI QUIERO SER NISMAN

NISMAN Y CRISTINA



Por:Luis Sellán


Los argentinos somos muy propensos a “comprar” clisés, desde aquel nefasto: “Somos derechos y humanos” de la dictadura militar y que muchos compatriotas lucían orgullosos en las lunetas de sus autos, pasando por el “Si a la Crotoxina”-una droga que a base de veneno de víbora prometía la cura del cáncer, resultando finalmente un auténtico fraude- pero que sirvió como algo más para horadar al alfonsinismo en la década del 80. Ahora hemos comprado otro, basado en el slogan de “Je suis Charly Edo”, me refiero al de: “SOY NISMAN”  que hace obviamente referencia al fiscal recientemente encontrado muerto, y que a un mes del hecho todavía no sabemos si se suicidó, lo mataron o que pasó realmente.
Sobre el fiscal, la periodista del diario La Nación, Teresita Dussart, insospechada de ser kirchnerista, asegura en una nota publicada en su blog(*) lo siguiente: “(…) la muerte también es una forma de entrar en la leyenda. Seguramente la muerte caratulada como dudosa del fiscal Alberto Nisman sea (…) Escandalosa porque sobreviene después de haber el difunto creado una expectativa importante, a más de un título, a raíz de su denuncia contra la presidenta de la República y algunos de sus adláteres. Pero la muerte de Nisman lo hace también entrar en una leyenda, la de un “mártir”, incansablemente abocado en la búsqueda de la verdad y la independencia de la justicia. Algo que no fue ni a medias, a lo largo de estos diez años de complicidad, de intrigas, de silencios culpables que tanto favoreció la impunidad.  Nisman fue uno de esos tantos casos de servidumbre voluntaria dentro de la alta función pública, a cambios de muchos privilegios”. Resumiendo, Nisman precisamente no orinaba agua bendita, era parte de un sistema judicial cuestionado y que en cierta medida fue cómplice  y funcional de esta “década ganada” y de muchos años anteriores también.
La muerte dudosa del fiscal ha hundido aún más al gobierno en su propio microclima metastásico, de negación de la realidad y de poner las culpas en el otro no haciéndose cargo ni esbozar el menor atisbo de autocrítica. Una conducta peligrosa si hablamos de un psicópata, pero también cuando se trata de un gobierno que de este modo se aleja de la realidad y solo se escucha a sí mismo y cree y hace creer a los suyos peligrosamente que los demás somos todos enemigos.
Pero también esta terrible e inconcebible muerte, que se agrega a la serie de impunidades y corrupciones que rodean la masacre de la AMIA, provocó la reacción de una sociedad que no tiene la menor duda y cree que el fiscal ha sido asesinado y por consiguiente le ha dado el carácter de mártir que señala la periodista precitada, sin importarle los otros matices que pintan el caso.
Este 18 de febrero un grupo de fiscales, algunos de ellos bastante cuestionados por su participación en la causa AMIA y en otros asuntos, han organizado una marcha de silencio para homenajear al fiscal muerto y repudiar la falta de justicia. A esta misma marcha se han plegado, importantes sectores de la sociedad que irán motivados legítimamente por Nisman y el pedido de verdad y justicia pero también por otros sentimientos alejados de este hecho pero conducidos por el hartazgo hacia un gobierno. Pero lamentablemente se unirán algunos actores de dudosa reserva moral y ética, desde candidatos a presidentes procesados por espionaje (Macri), hasta personajes marginales como Pando, que reivindica el terrorismo de estado y la apropiación de bebes durante la dictadura militar, O el impresentable del “tata” Jofre, ex jefe de la side en épocas de Menem ni más ni menos y que además agregó a la petición generalizada una muy particular: “Libertad a los pobres viejecitos condenados por crímenes de lesa humanidad”.
Estas presencias, entre otras, hacen correr el riesgo que una marcha legítima en búsqueda de justicia y rápido esclarecimiento de esta terrible muerte se transforme en una comparsa siniestra convirtiendo al 18F en un auténtico carnaval de la más rancia derecha argentina. Haciéndola funcional además al pretexto absurdo de victimización que hace el gobierno cuando alienta los fantasmas de un llamado golpe blando.
La verdad que no tengo ganas de “comprar” el cartelito de: “SOY NISMAN”, y además como lo ha dicho muy bien el Premio Nobel de la Paz 1980, Adolfo Pérez Esquivel: “Algunos de los que convocan a la marchan nunca le importaron los derechos humanos y la verdad y la justicia y pretenden sacar réditos políticos” además agregó: “Le pido al gobierno que sea prudente y le lleve serenidad al pueblo y que trabaje para un pronto esclarecimiento sobre qué pasó con Nisman”. Nadie puede creer que el premio nobel sea kirchnerista, ha sido un furibundo crítico de la política de derechos humanos, sobre todo en la cooptación que se ha hecho de algunos organismo.
Espero por el bien de todos, que este miércoles todo sea en paz, por la búsqueda de la verdad y la justicia pero que más allá de las coyunturas políticas que son totalmente efímeras tengamos bien presente con quienes no debemos caminar nunca más.

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